Voy a contarles un sucedido que está en todos los periódicos y ustedes saquen las conclusiones.
Hay cosas que tiran más que dos carretas, y eso que generalmente es malo porque nubla el seso sin equis, en política es mucho peor porque puede llevarte a la ruina con el dinero de los demás. Algo así está ocurriendo en la Generalitat valenciana que, por alguna extraña maldición, hace mucho que no acierta con sus jefes de gobierno, porque cuando no son unos trajes son unas faldas.
El actual Presidente Alberto Fabra tiene como persona de máxima confianza a la señora Esther Pastor a la que ha nombrado Secretaria Autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Generalitat, con categoría de Consejera, y últimamente ha sido noticia porque ha sido admitida a trámite una denuncia contra ella del sindicato Manos Limpias por un posible delito de malversación de fondos públicos, porque cada vez que tiene que hacer un gasto – aunque sea de unas chocolatinas – se lo carga al gobierno al que pertenece.
Entre las facturas que ella genera, y al mismo tiempo visa, están noches de hoteles sin agenda oficial que lo justifiquen o cantidades domésticas de pechuga de pollo, chorizo de cantimpalo un yogourt, un flan, un Actimel o un bote de tomillo o vinos, licores y whisky etiqueta negra. También esta asesora del Presidente le ha contratado un entrenador personal para que esté en mejor forma, y un cocinero.
Con todo esto a cuestas ha comparecido en el parlamento valenciano, y ante las preguntas que le hacían los diputados de la oposición ha leído textualmente las respuestas sin añadir una coma, porque por lo visto su preparación para ese cargo solo tiene el antecedente curricular de haber sido la secretaria de un ex directivo de Marina D’Or.
Por supuesto la Generalitat avala su gestión y sus gastos, el presidente Fabra sostiene y mantiene su confianza en ella. Los que ya empiezan a no tener confianza en él son sus jefes de la calle Génova quw están pensando en otro candidato que le sustituya cuando llegue el momento.
Lo dicho al comienzo de este artículo: hay cosas que tiran más que dos carretas.
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El blog de Diego Armario 
Qu fuerte. Qu bueno, pero qu triste tambin que pasen estas cosas. Un abrazo y a ver si jugamos unos hoyos. Yo esta semana voy fatal, pero la que viene podamos intentarlo, no? CGH
Mi padre me decía y con mucha razón, aquello de que nunca mezcles el placer con los negocios y no me cabe ninguna duda que ciertos placeres jejejejeje…. son malos hasta para perder el «seso mental» (sin X) es decir la cabeza que llevamos sobre los hombros y no otra y no me vallan a ser mal pensados que nos conocemos….